El Programa de Postgrado Stricto Sensu en Psicología de la USF tiene como área de concentración la evaluación psicológica, con cuatro líneas de investigación: construcción de instrumentos, educacional, salud mental y trabajo. El hecho de centrarse en Evaluación Psicológica fue inspirado en la necesidad de la calificación de los instrumentos y la mejoría de la formación profesional.
Se destaca que durante la década de 1990, algunas situaciones señalizaron la importancia de la elección de este enfoque. La primera de ellas fue el alerta dado por la Sociedad Brasileña de Psicología (SBP) que, en su Boletín Informativo nº 20 (1996), divulgó el informe del Comité Asesor de Psicología del CNPq. Ese documento apuntó hacia el área de Fundamentos y Medidas como una de las cinco, entre las 10 existentes en la época, que merecían una mayor inversión. También, el Ministerio de Educación (MEC) inició un movimiento de implantación de evaluación de la educación en gran escala, en los más variados niveles de la enseñanza. Tal iniciativa se concretizó con la implantación del Sistema de Evaluación de la Enseñanza Básica (SAEB), Examen Nacional de la Enseñanza Secundaria (ENEM) y el Examen Nacional de Cursos (ENC) que, actualmente, corresponde al Examen Nacional de Desempeño de Estudiantes (ENADE), aplicado en la Enseñanza Universitaria. Junto a eso, en el campo específico de la evaluación psicológica se observaron diversas acciones del Consejo Federal de Psicología, con el fin de mejorar la calidad de los instrumentos de evaluación psicológica, que se materializaron por medio de resoluciones específicas, estableciendo la necesidad de realizar investigaciones con los tests disponibles en aquel momento.
Acompañando esas demandas, la USF inició esfuerzos para no restringir la universidad apenas a los cursos de grado, sino también ofrecer cursos de postgrado. Propuso las primeras maestrías, y entre ellas la de Psicología, reconocida en el año 2002, iniciando el doctorado en 2004.